sábado, 4 de abril de 2015




Hoy sólo quiero acurrucarme entre los brazos
que alguna vez me dieron escalofríos.
Hoy quiero hundirme en tu pecho de cielo nocturno,
en la oscuridad de tu cuello, en la protección de tu pelo suelto.
Hoy quiero verte, bella.
No quiero que te vayas, no quiero decir nada.
En silencio, mirame.
Dejame verte.

Respirá tranquila.

jueves, 12 de marzo de 2015

Causa y efecto


Su vientre rozando el mío y una galaxia que estalla entre ambas.
Su beso apoyándose cuidadoso en mi cuello es el aleteo de una mariposa generando un huracán.
Causa y efecto.
Sus ojos reflejados en los míos y un mundo que quiero hacer mejor para ella.
Sus pestañas moviéndose y mi alma despeinándose entera. 
Causa y efecto.
Me ama y yo exploto de amor por ella. 

domingo, 8 de febrero de 2015

Intentó dejar de romperse, pero el mundo a su alrededor la asfixiaba, la aplastaba, le obstruía la respiración. Cada rajadura, cada grieta cedía bajo el peso del mundo, lo sentía en los huesos. Sus pulmones colapsaron bajo el peso de tantas expectativas puestas en sus hombros.
Soñó ser lo que quería y estaba convirtiéndose en lo que esperaban. No quería.
¿Revolución? ¿Otra vez? Ya no estaba para eso. Decidió malgastar horas nuevamente.
Rebelde con causa esta vez. ¿Qué causa? El silencio.
No la oían, ya no podía gritar, ya no salía nada de su boca y en un intento casi desesperado por hacerse oír… su pecho reventó.
Un mar de letras rojas brotaron sin parar desde el hoyo oscuro y profundo en medio de su pecho. Las vísceras que se veían aún temblaban, felices porque por fin se sentían livianas.
Así anda por la vida, medio muerta, aún sangrando, sus heridas no fueron hechas para sanar; sus letras rojas caen gota a gota por su pecho blanco como un pequeño reguero de lágrimas. Tal vez así es… Si.
Tal vez es su alma hecha un bollito que llora promesas que nadie cumplió. Tal vez fue eso mismo lo que la ahogó en un principio.

Tal vez aún hay tiempo. Tal vez sólo necesita alguien que se anime a escuchar y que la abrace fuerte. No es más que una nena con miedo; con mucho, muchísimo miedo.

jueves, 5 de febrero de 2015

Tiene una facilidad asombrosa para calmarme cuando los demás me decepcionan y una caricia siempre en la punta de los dedos.
Tiene el poder de hacerme creer que puedo mejorar, la capacidad de hacer que de verdad quiera hacerlo, que de verdad lo intente.
Cada vez que no sé dónde estoy parada, me da la mano y me tranquiliza saber que estoy a su lado. Cada día me tranquiliza y me llena de orgullo saber que sigue intentando, que seguimos peleando por eso que creemos.
Me hace feliz al saber que perdona mis errores aunque no creo merecerlo. Me hace feliz que me deje intentar hacerla un poquito feliz, de devolverle al menos un poquito de toda esa felicidad que me da. 
Me hace feliz. Siempre lo hizo.

miércoles, 14 de enero de 2015

El personaje


-El personaje tiembla, se revuelve, grita. Salen de su boca sonidos guturales, parece una bestia. Respira agitado e intenta controlarse, pero Hyde es más fuerte hoy.-


El personaje puede ser mujer u hombre, para la cuestión da lo mismo. Existe por una coincidencia, por acción y reacción, porque las estrellas quisieron, porque se produjo un maravilloso acto de magia, ¿quién sabe?
Este personaje tiene dudas, no quiere lastimarse, no quiere lastimar al resto y lucha contra un demonio que no es más que él mismo. Una voz en su cabeza que le habla de penas y lo lleva a reaccionar mal ante cualquier sobresalto.
El personaje ama, y sufre por amor. Extraña a gente del pasado, llora ausencias y lamenta haber dicho lo que dijo, callado lo que calló.
El personaje carga en su entrecejo con varias noches en vela y en sus ojeras malvas con llantos que no valían su pena, con lágrimas que se justificaban. En su espalda el peso de las noches extrañando a alguien que estaba lejos forma una capa oscura y fría, como una noche de llovizna.
El personaje duda, prueba y se equivoca, piensa en alguien a quien dejó ir para que pudiera ser feliz, piensa en cuánta felicidad resignó por amar tan puramente.
El personaje tiene a alguien en quien confiar y a quien abrazar cuando siente que el suelo bajo sus pies desaparece entre malos tratos e injusticias, tiene también alguien a quien nunca le confiaría nada, un par de recuerdos que quisiera borrar y lugares y aromas que quiere recordar por siempre.
Tiene una melodía en el alma y un tic tac aburrido dentro del pecho que lo mantiene con vida y a la vez lo acerca a la muerte.
Tiene miedo, mucho miedo de perder a quien ama, de perderse, de ser quien se prometió no ser jamás; el personaje miente, oculta, hiere y siente culpa.
Tiene códigos, tiene líneas que juró no cruzar y cruzó y puertas que cerró y perdió la llave. Tiene un secreto inconfesable, tiene mil pecados por repetir, tiene orgullos que tragarse y nudos en la garganta a montones. Tiene un silencio. Una pasión que le da magia, una chispa que lo mantiene encendido y millones de besos por dar y abrazos por recibir.
El personaje tiene UNA oportunidad, sólo una de ser el personaje principal, tiene todas las de ganar y poco por perder.
El personaje soy yo, sos vos que estás leyendo.
Esperemos que el personaje, también tenga el valor.

jueves, 18 de diciembre de 2014

Tal para cual

Hoy estuvimos juntas; nos peleamos, nos reímos, dijimos pavadas, incluso miramos mujeres bellas juntas... volvimos a reírnos, bebimos, cantamos y nos hicimos mimos, lloré y me consoló, me hizo mimos, me cuidó de mi, nos besamos, volvimos a reír, nos revolcamos comos dos criaturas por el piso de la sala y bailamos.
Hoy le dije que fue lo primero que me gustó de ella, y no fue nada físico ya que nos conocimos por internet. Lo que más me gustó de ella es que ella era tan Carolina conmigo y yo era tan Sofía con ella, me gustó que se encantara por pavadas, que se riera de mis chistes, me gustó que me dejara malcriarla a mimos, diciéndole que era linda.
De ella me gustó que no se esforzara por caerme bien y mucho menos por gustarme. Me gustó la energía que había entre las dos y cuando la vi terminé de enamorarme y supe que nada en el mundo iba a volver a ser lo mismo cuando la vi por la ventana del colectivo y le saqué la lengua y sonrió.
Cuando la abracé, toda pequeña y chiquita como es me hizo temblar el alma, y supe que jamás iba a sentir un abrazo tan perfecto.
¿Cómo no amarla? si es todo lo bueno que tengo. Si estamos hechas para estar juntas; si mis labios coinciden con cada una de sus costillas y su cabeza con el hueco de mi hombro, donde se refugia tras mis rulos cuando el mundo parece no estar de su lado.
¿Cómo no estar con ella? Así lo prefiero, porque su dedo indice tiene el tamaño del pocito que se me hace en la nariz cuando me río. Así lo prefiero porque mi vientre y su espaldas fueron hechos para dormir juntos. Así lo prefiero porque sabe hacerme dormir con caricias en la frente y mimos en la espalda y sabe despertarme con el desayuno en invierno mientras me abriga la cama y se queja de lo mucho que me muevo al dormir.
Estamos hechas para ser juntas, por eso ella sufre frío al dormir, y yo sufro calor, por eso ella escucha rock internacional y yo amo Pescado Rabioso.
Estamos hechas para ser porque sus manos encajan perfecto en mi cintura, en mi nuca, en mis caderas, en mis mejillas...
Estamos hechas para estar juntas porque sí, porque así lo queremos y nos parece bien, porque nos gusta mostrarnos que podemos, porque nos encanta desafiar al mundo cuando nos dice que no, siempre juntas, siempre sosteniéndonos, sin soltarnos. Como al principio, sin esfuerzos por caernos bien, escogiéndonos otra vez al despertarnos, con idas y vueltas, errores, aciertos, con pasado y futuro, yo con ella, y ella conmigo.




Besarla y contemplar su sombra,
     oirla, sentirla, recorrerla, saborear su presencia,
saberla cerca, extrañarla.
                     Ser con ella
           y que sea conmigo.

Compartirme.

viernes, 31 de octubre de 2014

SOY

Cero.
Mamá se acaricia la panza. Sueña, sonríe. Besa a mi papá. Piensa que tal vez ambos tengan una vida feliz. Piensan que tal vez jamás tengan que separarse. Me desean una buena vida, desean que crezca fuerte. Me haré fuerte si. Pero de otros modos.
Uno.
Mamá me canta pero está débil. Hoy tampoco comió. Papá no está con nosotras.Nos echaron de casa. Deambulamos.
Dos.
Sol. Campo. Hace frío de noche. No hay luz, sólo velas. 
Tres. 
Llora mucho. Papá se pone nervioso con el bebé. Hoy le pegó a mamá. Quiso pegarme. Mi prima nos llevo lejos. Jugamos afuera hasta tarde. Papá se fue unos días.
Cuatro.
Casas nuevas. Dos. No me gustan. La primera no tenía baño, me da miedo ir afuera. Para buscar agua hay una bomba. Me gusta jugar ahí. La segunda casa es más linda aunque no tiene ventanas. Hay mucho pasto y escuché a la policía discutir con mamá. Empecé un colegio nuevo. Hay una nena que quiero como mejor amiga. 
Cinco.
La amiga de papá volvió a venir cuando mamá trabajaba. Papá nos llevó a la cama. Los vi hacer cosas malas. Ella tiene la edad de mi hermana. Le dije a mamá pero ya no lo haré mas. Papá dice que puede pegarme si eso pasa. No quiero.
Seis.
Inocencia. Creo que tengo poderes especiales. En verdad lo creo y me encanta, papá dice que soy la mejor bailando. Mamá sonríe. No me aceptaron en la clase de dibujo, oí algo sobre mi apellido. Guardo los colores. Papá  otra vez está encerrado en casa. Grita mucho. Hoy rompió un plato de un golpe. Había mucha sangre-
Siete.
Siete años. Siete meses sin papá. Siete meses sin cable. Siete meses sin ropa nueva. Siete meses mirando desde casa los colectivos en la ruta ¿Es mi papá? No, Brasil se lo quedó otro rato. Le pedí por favor. No me acuerdo de su voz. Escuché a mamá decir que podía haber muerto. Nadie lo encuentra. ¿Interpol? Nadie me dice nada.
Siete.
Lo veo volver delgado, con el pelo largo y hablando un mal español. Escucho hablar sobre drogas a la noche, escucho como pelea con mamá. Por alguna razón vuelve a irse. Vive en casa de mis tíos. Es raro pero ya no lo extraño. Ya no me duele.
Ocho.
Primer año solos. Papá me cuida los sábados, mamá trabaja. Miramos películas. Es lindo dormir en la cama grande. A veces mamá llora pero dice que sólo ronca. Sé que no. Me gusta su nuevo novio pero hace ruidos raros a la mañana. Me pone nerviosa. No me animo a ver qué es.
Nueve.
Me gusta que me de la mano. Tiene el pelo largo y rubio. Toca la batería, tiene una actitud mala y se ve bien. Es un chico inteligente. Me dio un beso en la mejilla. Me gusta su perfume. Tengo sus cartas guardadas. 
En casa hace frío por las noches.
Diez.
Silencio y una sola amiga. Dejó de hablarme cuando hablé de sexo. ¿Por qué? Creo que es algo normal.
Once.
Hoy escribí un poema, es para una mujer. No sé bien por qué lo hice, pero me gusta como suena. Podría seguir por horas. Ya vieron que soy diferente, yo también lo sé. No me hablan. No me escuchan. Hoy otra vez no me invitaron a sentarme con ellas. Comí sola en el recreo. Lloré. Una de las chicas me dijo gorda. Primera dieta. Cuatro kilos menos. Presión baja. 
Doce.
Quiero aquello que está lejos. Quiero una vida con horarios normales, quiero dejar de escuchar esos ruidos callados a la fuerza. Sé qué significan. No me gustan. Despertares de todo tipo, curiosidad ante el sexo. ¿O viene de antes? Nadie responde. ¿Puedo...? Nadie responde, estoy sola en casa otra vez. ¿Eso es marihuana? No es mía pero no hay nadie en casa. No vi nada otra vez. 
Trece.
Volver al día en que por primera vez un par de caderas femeninas me hicieron volver a mirar. Tan obvio todo. No volver a escuchar cosas que no debía. A llorar. No volver a dormir sola en una casa vacía. No volver a cuidar a alguien que sabe que apenas si puedo conmigo. No volver a una madre anoréxica y un padre ausente. Volver a huir lejos, a desaparecer por horas. Trece.
Catorce.
"Te recuerdo como eras en el último otoño. Eras la boina gris y el corazón en calma..." Primeras veces de muchas cosas. Humo de cigarros escondidos y licores de colores. Insano todo. Tanta inocencia interrumpida...
Catorce.
"Él pasó junto a mi con un ramo de rosas rosas y una palabra: MAÑANA" Déjenme ser. Me despido de danza, nace Ufi. Ufi? Si, soy Ufi.
Quince.
Sólo quince. Felicidad. Sólo quince. No saber y querer probar. Sólo... quince.
Dieciséis.
Llanto y frío. Soledad. Ebriedad. Alcohol cada noche y vómitos por la madrugada. Despertares de resacas. Sobrevivir.
Diecisiete.
Nada es seguro, nada me parece bueno, nada correcto. Lloro, sufro y me revuelco entre mentiras. La veo por primera vez. Una luz entre tanto humo negro. Me lleva, me aclara.
Diecisiete.
Mujeres. Eso era. Tan sólo era decirlo en voz alta para sentir que era cierto. Homosexual. ¿A quién puedo decírselo? ¿Cuánto va a doler el rechazo? Besos a escondidas y perfumes de mujer en la piel. ¿Es esto amor? Lo es.
Dieciocho.
Amo. Sólo amo. Disfruto y soy una nena pequeña en un mundo muy grande. DESCUBRO. Época de pecados y perdones. ¿Perdones? Algunos. ¿Errores? Si. ¿Aciertos? Tal vez. De todo me llevo un poco, me nutro. Crezco.
Diecinueve. 
Un dolor en el pecho seguido de una carcajada. Mi vida es una montaña rusa. No hay suelo, no hay cielo. Todo puede pasar. Amo, río, lloro, odio, sufro, resisto, crezco, pruebo y me equivoco, vuelvo a empezar, beso, degusto, me detesto, grito, oigo, duermo, me desvelo, gimo, disfruto, siento que muero, bebo, renazco, juro, miento, me rindo, traiciono, hago, veo, escribo, SOY.