lunes, 30 de mayo de 2011

Casi siempre me despierto cuando duermo más tranquila, y tu nombre aún suena en el aire y en mi almohada descansa un beso tuyo perdido.
Un ángel caído me cuida las espaldas mientras el frío gris del invierno se cuela por la ventana.
Mis pasos desesperados cruzan la calle esperando encontrar la salida de emergencias de este mundo de sueños locos que no me dejan descanzar. Más al no encontrarla lloro desconzolada y desaparezco.
Casi siempre que sueño contigo me despierto llorando ausencias lejanas que ya no siento lejana, tu mirada que ya no es tuya se me clava en las pupilas y me inunda el alma de frases sin sentido. Encuentro siempre lo que perdí, lo que no fui, recuerdo, me lastimo... olvido lo que olvidé y recuerdo lo que olvidaba con una facilidad aterradora. Y mis manos apresuradas y nerviosas no pueden hallar el freno de mano de esta absurda calesita, intento que su monótona musiquita se apague, me deje dormir... tengo sueño y no para de sonar, no deja de girar, hace frío, no tengo más fuerzas... desaparezco, despierto en mi sueño de vida inventada de colores que no existen en mi vida cotidiana, con palabras que no encuentro en la boca de personas que no hablan, con heridas remendadas y miradas que no escapan... despierto.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Simplemente no estoy ahi, aquí, allá. No porque no quiera, es que no me sale... aunque quiera hay un perfume a rosas viejas que me lleva hacia un mundo más lejano que mi mirada...
Estoy aburrida aqui, y los zapatos que van y vienen demostrando 'valla uno a saber qué' me marean. No me importa qué dice la gente que habla, no oigo, no hablo, no siento. No estoy. Me fui.
Ahí donde puedo presumir la tristeza más triste ó la histeria que me vuelve histérica ó la muchosidad mas muchósica que existe, porque no hay nadie más. Y mi tristeza, mi histeria y toda la muchosidad que me brota por los poros es pura y única y tan mía... tan sólo mía que asusta. Y río desquiciada, girando en una calesita que da vueltas en reversa cada vez más rápido hasta que parece detener el tiempo ahí donde en realidad no estoy, allí de donde volví sin darme cuenta, sin querer, feliz, sin cabeza, anormal... como siempre que no sé adónde ir para no contestar lo que no quieren saber. Ahí donde me voy a evadir preguntas molestas y besos que se me caen de vez en cuando. Ahí... a respirar aire un rato, sin nada... con todo.