miércoles, 26 de enero de 2011

Tus miradas lejanas atravesaban mi persona y daban en un punto más lejano... Quería que me escucharas pero vos estabas sin estar, como flotando... y mi alma marchita lloraba a gritos tu ausencia, tu falsa presencia...
Cansada de tu indiferencia corrí llorando, hasta desaparecer en llanto.... y simplemente me fui, al mundo al que me voy cuando nadie me escucha... me fui despacio, si mi cuerpo, a recorrer las calles de ése lugar en el que, aunque estoy sola me siento acompañada... me escapé a otro mundo, a uno mejor, a mi mundo... donde el Principito aún me dice que nos vemos a la vuelta, donde esa promesa se cumple, donde soy feliz... donde sé que puedo volver cada vez que algo me desarma. Ahí... a mi casa flotante, a mi nube, a mí misma.