sábado, 4 de abril de 2015




Hoy sólo quiero acurrucarme entre los brazos
que alguna vez me dieron escalofríos.
Hoy quiero hundirme en tu pecho de cielo nocturno,
en la oscuridad de tu cuello, en la protección de tu pelo suelto.
Hoy quiero verte, bella.
No quiero que te vayas, no quiero decir nada.
En silencio, mirame.
Dejame verte.

Respirá tranquila.