sábado, 3 de noviembre de 2012

Estrella de lejanos testamentos, mariposa silvestre...

La Princesa me miró desde su trono, tan por encima mío como podía. Sonrió, como cada vez que me descubre mirándola a los ojos. Sonrió y otro viento huracanado envolvió mi alma de adolescente confundida.

Quise odiarla, intenté cerrar los ojos y el corazón a sus labios de fresa Silvestre, que todo parecen opacar. Intenté, pero fue inútil. Su perfume de brisa ya estaba instalado en mi memoria, y su caminar tranquilo, sus pisadas de viento nuevo me resultaban hipnóticos.

Decidí, por fin, permitirme amarla en silencio y desde lejos. Decidí espiarla por su cárcel de cristal y me prometí intentar hacerla sonreír al menos una vez al día. Esa cuota de luz de estrella me mantendría con vida veinticuatro horas más.
La descubrí intentando descifrar mis notas varias veces, y le  prometí su aparición momentánea en mis historias. ¡Que inocente!  Cómo iba ella a suponer que protagoniza mis más dulces sueños y también los más indecorosos. ¿Cómo lo sabría? Si al fin y al cabo aún puedo mantener la compostura a su lado, si aún me esfuerzo en parecer calma cada vez que su mano de mariposa se posa sobre mi hombro, en un gesto cómplice y tan común para ella.
¿Que si intenté dibujarla? Claro que sí. Pero no le hice justicia. Los ojos que me miran desde el papel nunca tendrán el brillo, el color de la miel más dulce como los suyos. El irrespetuoso mechón de cabello esbozado a lápiz nunca logrará parecerse al real, y aunque casi idénticas, sus manos apenas tibias nunca podré imitarlas. Jamás acomodará su cabello con suavidad en mi torpe dibujo; y aunque me esfuerce, jamás lograré preparar el color exacto de sus jóvenes mejillas plagadas de pecas, que no hacen más que transformarla en otra niña; que no logran otra cosa que hacerme reír con fuerza  aunque no lo desee y que me atrapan mirándolas cada vez más a menudo, haciendo que desvíe rápida la mirada.
¿Qué importa que no sea mía? Si de todas formas puedo adueñarme de su sonrisa cada mañana. "¿Qué importa que no me mire? Si me llena los ojos" ¿Y qué importa que por las noches él la encierre entre sus brazos? Si con un poco de tinta azul ella vuela a mi lado.
Si la conocí encerrada ¿quién soy yo para reclamar su libertad ahora? Si aprendí a adorarla de todas formas y colores, sin importarme siquiera que ella se diera por enterada.



                                                      Sin importar mi destino
                                                                       sigo vagando por la cornisa de sus ojos.
                                                  Estoy perdida. ♥

2 comentarios:

  1. Aaaaaay noooo, que bellooo !!!
    ya te dije por FB, pero igual: me encanta me encanta me encanta !!!! un canto al amor (al amor ignorado, pero no importa, al amor en fin)... y además cada día escribís más lindo Ufi !!!


    Con mi mejor amiga los llamamos "amores platónico" y le dan color y luz a los días.. y una imagina historias con ellos, y cuando encuentra que ese amor platónico nos está mirando, o se nos acerca, o nos habla o nos sonría, aaay! la felicidad..

    "¿Qué importa que no me mire? Si me llena los ojos"

    Es así... Me encanta Ufi :) Beso enorme enamorada bella!!

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  2. Los amores pltónicos son los que nos hacen escribir las más bellas cosas, dibujar las más bellas cosas. Son geniales por eso.
    Cuando se nos acercan, nos miran o respiran cerca de uno hacen que un tsunami se desate en nuestra alma; las mañanas de mi semana fueron muy así, por suerte :)
    Gracias Miss por hacerse un tiempito entre sus tareas para pasar :) Y gracias por comentar lo que comenta ♥
    Saludos para usted mujer, y dejemos que el amor nos invada, demosle amor al mundo!
    Sea feliz darling! see you!

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Aquí te dejo la Sortija. Subite y da otra vuelta...