Claro, como conocías cuentos comprometedores, ciegamente confié como Colón en sus conocimientos, convencimientos, carabelas y conseguí carcajadas cuando conté cómo conseguí cenar contigo.
Compartimos café con canela, cruzamos cientos chuecos caminitos, caímos cansados como cualquiera, conocimos circos, cabarets; conseguiste cigarrillos, cartón, cuerdas, colchón; construiste camas comprobando cosas complicadamente curdas.
Colorido capitán, Casanova clonado, cortés capricho de Cenicienta creada, creída, celosa...
¿Cuando crecimos? Cuando cicatrizó como cicatrizan cortes en corazones con cristal, cortes como cuchillos clavados con cinismo, con cólera.
Crecimos completando cuidadosamente claves, creando cisnes coloreados, coleccionando caricias cortas... crecimos.
Ciudadanos crápulas, cobardes, conocidos, convertidos; así comenzamos cuando creíamos cosas chifladas.
Chau compañero; conoceremos clones, cada cual continuará creciendo como cuando comenzamos, constantemente, continuamente...
Creceremos...
Colorín colorado.