sábado, 29 de mayo de 2010

Mientras la lluvia cae sin ganas de caer, camino pensando en cosas sin sentido... camino pisando los charcos que reflejan mi triste silueta empapada... camino lento, silbando una canción de cuna sin letra, aumento mi paso, piso con más fuerza los charcos y mi retrato se destruye, se evapora, como los mensajes que algún día tiramos juntos al viento, esperando que alguien que los necesitaba lo recibieran, que los agradeciera al viento... comienzo a correr... las luces de la tarde comienzan a prenderse, mientras en el horizonte, las hojas secas de los árboles vuelan en un desesperado remolino, que danza con los grises tintes del cielo tormentoso que me ve pasar corriendo...
Estoy apurada, corro cada vez más fuerte... mi respiración se entrecorta, mi garganta seca deja escapar una melodía nueva, una palabra inexistente...
Corro sin parar, cada vez más rápido... y de pronto... ya no siento la tierra corriendo bajo mis pies... siento frío y dejo de correr... freno en la mitad de un paisaje que no conozco, no hay nadie, está desierto... sólo los árboles, las plantas, y las casas que se ven a lo lejos... entonces decido quedarme... esperar a que llegues sentada bajo la lluvia... tranquila... pero la tranquilidad me dura poco, porque siento que alguien se acerca... volteo y ahí está vos, como la última vez que te vi... con tu gorro torcido y el alma en las pupilas...
"¿Me esperabas?" preguntás sonriendo...
"Como siempre Principito..."
La lluvia cae cada vez más fuerte y nosotros caminamos, abrazados hacia el horizonte, hacia ningún lado, a vivir la vida que no vivimos, a ser libres, a VIVIR...

1 comentario:

  1. “A menudo hablamos, decimos muchas cosas, pero no hacemos nada y envejecemos en años o en espíritu que es peor. Hay ejemplos a granel, no es necesario recurrir a ellos (. . . ) Por lo tanto, amigo mío, quiero decirte que yo quiero: pensar, decir y sobre todo hacer. Hacer qué me dirás. Es difícil y es fácil de explicarlo. Se sintetiza en una palabra: vivir (. . .) En una sociedad alimentada a sandwiches económicos habrá que vivir en función a esa madeja económica, pero –y comienzan los peros- esa madera es demasiado densa. Unos la aguantan y su razón de ser es precisamente tejer y destejer el ovillo pero éstos son generalmente simples, muy superficiales. Los que tienen algo dentro, medios enredados viven, se debaten, lloran, gimen, se emborrachan o juegan; viven en una angustia ocasionada por cosas que no quieren hacer y hacen y viceversa y de ellos nace un sentido escéptico de la vida. (. . .)¿qué camino nos queda? No será el de los superficiales, no. Me queda uno, el del hombre frustrado, del infeliz, del escéptico. Pero por qué éste es escéptico. Creo padre mío que este hombre se ha equivocado, le dijeron la vida es ésta y aceptó. Yo digo que no, la vida no es una balanza de pesos y acciones. La vida encierra en sí valores que la hacen maravillosa y podrían ser: divinos, poéticos, naturales, humanos y dentro de éste el amor, el odio, la lucha, etc., etc. Lo otro es real, sí, pero es accesorio (lo económico); no pretendo prescindir de lo accesorio pues en este caso es imposible, sólo quiero vivir fundamentalmente sobre esos valores verdaderos o por lo menos esenciales”.
    Francisco "Paco" Urondo

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Aquí te dejo la Sortija. Subite y da otra vuelta...