Sola camino tomada de la mano de un extraño por un universo sin fin, donde vuelan ideas viejas y abrazos rotos...
Por la grieta pequeña que deja pasar el tiempo se cuela el frío aire de la noche... el olor a frío me llena el alma, y puede que por eso llore... melancolía, sueño, mareo... pesadumbre, todo junto...
De mi mano salen rayos de luces apagadas y la ironía del mundo en que ya no vivo me empuja, me incita a gritar de bronca...
Comienzo a correr de la mano de mi extraño compañero, sin soltarlo corro cada vez más fuerte hasta sentir que no siento...
De golpe yo ya no soy yo, y mi compañero ya no es un desconocido, ya no es nada más que aire helado con olor a tristeza, y mis lágrimas, ya no son mías...
Y el universo sin fin, se convierte, de a poco en mi cuarto, y ya no corro, despierto, y secándome las lágrimas siento el triste olor a frío que me estremece el alma, y veo, entre las cortinas la ventana abierta, me asomo... ya es de noche, y desde la ventana, veo que aún, hay una flor de beso abierta, y sonrío... estoy en casa...
Al leerte me dan muchas sensaciones las oraciones que hilvanan tus relatos, no podría detenerme a explicarte que es esa rara mezcla que pasa en mi, pero estoy seguro, después de mucho pensarlo y meditarlo, que si tendría que escribir algo que me haga entender mejor sería mas o menos así:
ResponderEliminar“Amores de luna y propuestas de sol” de “Los Raros Misterios del Día y la Noche” libro nunca publicado de Leonardo Lobos, Año 2004
Se asomaron los ojos de la amante en el momento que mi vida estaba en desparpajo, nunca me había sentido tan amado, ni tantas palomas e los árboles la vida regalo en momento alguno, se fue haciendo fuerte el sol del mediodía, momento en el cual sus ojos me miraban con mas firmeza, y yo que no entiendo de dar consuelos a quien busca un alma llena cuando el alma ya esta ocupada, me desentiendo del alto sol y espero que caiga sobre los cabellos de la tierra lejana, me interesa mas la luna que el sol del día, aunque el astro está esperando siempre solo, yo saludo a la dama blanca que está acompañada por millones de seguidores, pero ninguno mas cerca que yo, pero todos ellos casi tocándola con sus luces y yo sin poder emitir las mías me siento a saludarla y a mirarla aun cuando la noche está muy fría. Pero la amante no entiende de soles y de lunas y entonces busca una garra para matar la vida de mi noche y me deja viendo solo estrellas entre los arañazos de sus palabras y me confunde el paisaje y yo caigo en el error y creo en sus palabras, me arrepiento tarde cuando ya la luna nueva pasó y comienza el cuarto creciente, entonces vuelvo a ver lo que desde siempre extrañé y derramo perlas por los ojos al ver la maravillosa noche ocurrir y río lágrimas cuando esta por suceder el día, a veces me acompaña pero unas horas nomás por las mañanas o en las tardes me da igual. Ayer caía una lluvia negra que me seco la humedad de mi ser y me dio de golpe la canción de despedida de la noche que no pude ver, raí con lagrimas todas las horas y del otro lado del reloj me esperaba el sol, pero fui a dormir una vez mas, convencido esta vez, que en los próximos días comienza en cuarto creciente, y seguro que la volveré a ver.